¿Sabías que los Caballeros Templarios no solo lucharon en las Cruzadas, sino que también dejaron un legado envuelto en misterios y conspiraciones?
Hoy, cuando los ojos del mundo parecen haber olvidado la verdadera historia de los templarios, nuestra influencia persiste, oculta a plena vista. Los templarios estamos en cada rincón de la historia que no se cuenta, en cada secreto guardado en bibliotecas oscuras, en cada símbolo tallado en las piedras de castillos olvidados. Nuestros ideales, como las estrellas, continúan brillando en el horizonte, guiando a aquellos dispuestos a ver más allá de las sombras.
El Origen de los Caballeros Templarios
La historia comienza en un lugar que parece sacado de las páginas de un relato bíblico: Jerusalén, año Mil Cientodieciocho. Imagina un amanecer teñido de oro, con el eco de pasos resonando en el Templo de Salomón, un lugar cargado de misticismo y secretos milenarios. En medio de ese escenario sagrado, nueve hombres se postran ante el Rey Balduino Segundo, liderados por Hugo de Payns. No son solo caballeros, no son solo devotos. Son algo más, algo que el mundo aún no comprende.
Caballeros Templarios protectores de peregrinos
Hugo de Payns, con su mirada serena y su resolución inquebrantable, propone una misión aparentemente sencilla pero profundamente ambiciosa: proteger a los peregrinos que arriesgan sus vidas en el camino a Tierra Santa. Pero ¿por qué estos hombres elegían una vida de sacrificio y renuncia? ¿Qué los movía a entregar todo por una causa que parecía tan terrenal y a la vez tan celestial?