Bienvenido al Temple

Ser Caballeros Templarios Hoy
El mundo cambia, el ciclo cambia, todo cambia a nuestro alrededor. Y porque todo cambia y entendemos que todo debe cambiar, tomamos la decisión, cada uno a su tiempo, de trabajar para este cambio.
Así cuando uno toma conciencia de la necesidad de que el mundo se levante al plano de espiritualización que debe ser suyo en esta nueva era, se decide remangar sus mangas para ayudar a esta difícil parturición.
Qué tarea tan emocionante participar en el advenimiento de una nueva edad! Qué obra más satisfactoria para el espíritu que ayudar a otros a progresar en el camino que se juzga mejor! El ser se inflama rápido, especialmente porque está convencido de trabajar en el sentido de lo que considera como el summum bonum.
Porque hemos descubierto, detrás del árbol de las apariencias, el bosque del mundo nuevo que queremos contribuir a poner al día para lo común de los hombres, se cree, de buena fe, habernos despejado definitivamente de los estrechos lazos de una vista limitada y de un egoísmo seco…
No somos constructores solo porque sabemos que hay algo que construir. No somos caballero simplemente porque se siente que puede traer una nueva dimensión. El Bosque de todas las conquistas es para siempre el Bosque aventurero de las leyendas del Grial, y nadie penetra en él si no sabe dominar su montura y manejar la espada.
Perceval mismo, el caballero por excelencia, el que más que cualquier otro tenía, antes de saber que existía una caballería, el alma de caballero, Perceval mismo fue a hacer su aprendizaje en más experimentado que él: Gornemant de Goort, su padrino, quien le enseñó el arte de montar, el arte de usar sus armas. Y a pesar de los dones naturales de Perceval, a pesar de toda su buena voluntad, a pesar de todos sus esfuerzos, le quedaba mucho por aprender.
… Porque la caballería es una peregrinación antes de convertirse en estado. Con-queritar es buscar juntos. No se necesita orgullo. No hay que emborracharse. Se necesita el deseo, la confianza y la alegría. Se necesita sabiduría y perseverancia. Se necesita, absoluta, la renuncia de sí mismo…. La conciencia de sí mismo es, entre las virtudes caballerescas, la primera de todas y la más eminente. No » ¿Quién soy? «, sino » ¿Qué soy? «.
El caballero se define en comparación con una Orden, que es el microcosmos en el que evoluciona y del que es una célula. En un cuerpo, el brazo, la pierna, el estómago son de igual importancia para la vida del conjunto. Lo único que importa es que el brazo asume su función de brazo, la pierna su función de pierna, el estómago su función de estómago.
Es que cada miembro, cada órgano haya tomado conciencia de la responsabilidad que su función implica en la vida global del organismo. Es que cada uno haya tomado conciencia, simplemente, de que tiene una función que cumplir.
Ser caballero es dedicarse a la acción. Hay una cautela, una cautela, que son la marca de la auténtica caballería. El caballero no se lanza a la acción sin tomar la medida de las cosas y, en primer lugar, de sí mismo.
La verdadera valentía no tiene espacio para la temeridad ni para la indiferencia. La conciencia de sí mismo no tiene espacio para la orgullo ni para la falsa humildad. El caballero perfecto es el que sabe retener sus alces como lanzar la aventura, caminar en mente como garantizar la parte trasera.
En la Regla del templo, quien faltaba, aunque una sola vez, a esta ética fundamental no podía volver a ejercer la función de comandante en combate. Se arriesgaba a los hierros, no podía usar la hinchón y seguía siendo punible con la pérdida del hábito.
La regla era muy dura para aquellos que, por cualquier razón, podían poner en peligro la vida de un hermano, de la Casa o de la Orden en su conjunto. Non, nobis. Esta humildad fundamental, ese don de sí mismo, se requiere cada vez más expresamente al caballero a medida que progresión hacia el estado de caballería…
La caballería de hoy no necesita héroes empanachados. Por el contrario, el caballero hace una caballería cada vez que actúa en silencio. En el corazón del caballero auténtico, la oscura y terrible lucha de Cyrano de Bergerac, hasta el final de la búsqueda, hasta la renuncia del mismo.
» Beato el siervo que no se glorifica más del bien que el Señor dice y opera por él, que bien que el Señor dice y opera por otro». La regla franciscana es una regla de caballería. San Francisco no aspiraba a convertirse en trovador o caballero?
El caballero de todos los tiempos es sólo una voz entre la infinidad de las voces que han cantado desde siempre el canto sublime de las criaturas. Entre la criatura y el Creador, hay esta melodía sutil que se exhala del ser que se ha reconocido, y que se sumerge para llegar a las nuevas orillas del más allá de sí mismo…
Con gran emoción honrando la memoria de la autora de este texto, Marie-Lise T.
+++Nada para nosotros Señor, nada para nosotros, sino a Tu nombre sea dada la Gloria+++
Caballeros Templarios en la Actualidad
Los Caballeros Templarios en la actualidad. La Orden del Temple fue la última sociedad secreta que poseyó colectivamente algunos de los misterios reales que tanto se buscan.
Aunque tanto en siglos pasado como en el nuestro, hubo y hay, “hermanos” aislados que fiel y secretamente trabajaban bajo la discreción de Fraternidades, Ordenes, Logias…
Instruyen hoy, en todo lo que de importante han sabido conservar.
Misterios de la antigüedad, que en los grados superiores en su desarrollo aun reflejan.
¿QUIEN ERES TEMPLARIO?
Yo soy la vida y soy la muerte, soy luz y también sombra, soy amor y soy odio, la cara y la cruz, soy tu amigo y tu enemigo, la rosa y también la espina, soy la tierra y soy el mar, lo dulce y lo amargo, soy la copa y soy el cáliz, el vino y el vinagre, soy ave y también soy pez, y entre todas las cosas que soy , solo sé que soy un pobre hombre que camina desnudo por el mundo, con la piel hecha jirones por los latigazos de tantas injusticias cometidas por quienes se proclaman reyes, presidentes de naciones, líderes políticos, patriarcas, mesías, profetas y por todos aquellos que con sus decisiones y actitudes , profanan lo más sagrado de este mundo, que es la Vida y la Libertad.