El Camino del Temple

El Camino del Temple

Templario y Caballero, la vida te da a elegir dos caminos. El camino del Temple que te llevará a la Gloria de Dios y el camino del mundo donde debes saldar todas tus deudas contigo mismo. Los dos son razonablemente seguros, pero difíciles, tortuosos y estrechos, que te llevaran a lo largo de numerosas pruebas y obstáculos. Sin embargo, una fuerza extraña te atrajo hacia el camino del Temple y decidiste hacer de él tu camino.

Templario, una espada puede herir ciertamente la carne, pero ¿podría herir el aire por muy afilado que sea su filo y por muy fuerte que sea el brazo que la empuña?

Solo el orgullo mezquino y tacaño, poseído de una ignorancia ciega e impúdica, da la posibilidad de insultar y sentirse insultado, y se venga del insulto insultando, y lava las inmundicias con la inmundicia.

El mundo que es preso del orgullo y está embriagado de el, amontonara injurias sobre tu cabeza. Soltara sobre ti las jaurías sedientas de sangre de sus leyes andrajosas, de sus creencias putrefactas y proclamará que eres enemigo del orden y agente del caos y de la ruina. Esparcirá espinas en tu camino y llenará de ortigas tu cama. Gritará maldiciones en tu oído y escupirá el desprecio en tu rostro.

Templario y Caballero, no dejes nunca flaquear tu corazón, tu eres como el mar, vasto y profundo, bendice siempre a los que te maldicen y se generoso y paciente, transformando las impurezas de los corazones humanos. Así como es el aire, libre y flexible, así eres tú, y la espada que te quiera herir, acabará perdiendo brillo y oxidándose y el brazo que quiera hacerte daño, quedará débil y sin movimiento.

Templario, el mundo, que no te conoce, no puede frenarte y te recibe maldiciéndote. Pero tú que conoces al mundo, podrás contenerlo, calmando su ira con la bondad y ahogando su calumnia con amorosa comprensión… para mayor Gloria de Nuestro Señor.

+++Nada para nosotros, Señor, nada para nosotros sino a Tu nombre sea dada la Gloria.+++