El Comunismo, la Iglesia y el Nuevo Imperio Mundial

El Nuevo imperio Mundial, comunismo y la iglesia

El comunismo representa en el siglo XXI el mismo papel que en el siglo XV se adjudicó la Iglesia para sí: el antiprogreso material y espiritual.

Un socialismo democrático es más lógico esperarlo de los países capitalistas en evolución que de los actuales países comunistas. Si por izquierda entendemos el avance político-social y por derecha la reacción, es indudable que la «dictadura del proletariado» debe considerarse como régimen de derechas.

Porque el comunismo, como todo poder despótico y opresivo, tiene que ser forzosamente conservador y en muchos aspectos retrogradante. Para sostenerse necesita recurrir al terror del estado policíaco y en el mantenimiento de ese terror desperdicia la mayor parte de las energías nacionales.

¿El comunismo y la Iglesia son tan opuestos?

Son tan idénticos que han caído en las mismas aberraciones:   idolatría, centralismo, jerarquía, dogmatismo, charlatanería, exterminio de sus enemigos, terror popular, mitos, infalibilidad del Jefe…

Si sustituimos al Papa por Marx, a la Cruz por la Hoz y el Martillo, al Partido por la Iglesia, al Paraíso en la otra vida por el comunismo en la quinta generación, al Infierno por el Capitalismo, a Torquemada por Stalin, a la hostia por el Libro Rojo de Mao, a la Confesión por la Autocrítica, a la universidad católica por el internacionalismo obrero, a los fieles por los proletarios, a los herejes por los demócratas…

A la hoguera por Siberia, a los Apóstoles por Lenin, Mao, Tito y demas genocidas escondidos en el museo de los dictadores celebres, a la quema de libros por la represión intelectual, a Giordano Bruno y Galileo por Pasternak   y Solyenitzin…

A la Inquisición por la Policía Secreta, a la Biblia por El Capital, al Santo Sepulcro por el mausoleo de Lenin, a las Cruzadas por la invasión a Checoslovaquia y las matanzas en Hungría, a la dialéctica marxista por la escolástica tomista, al Vaticano por el Kremlin, a los placeres del mundo y de la carne por los vicios decadentes de la burguesía, a los bienes terrenales por la sociedad de consumo…

Podemos ver con asombro que el paralelismo es tan absoluto que apenas podríamos hallar diferencias entre la cavernícola Iglesia y el comunismo, ambos en vía de descomposición y desaparición.

¿Estamos asistiendo al nacimiento de un nuevo Imperio?

Cuanto menos podemos pensar que se esta intentando. Si observamos los actuales acontecimientos que acontece en el mundo y si recordamos la historia, podemos darnos cuenta que la iglesia siempre ha estado del lado del mas fuerte. La iglesia católica nace bajo los auspicio del imperio romano. A lo largo de su historia siempre a apoyado a dictadores y a los regímenes opresores salvaguardando sus dogmas de fe.

Impedir el nacimiento de un nuevo imperio, impuesto con el derramamiento de sangre y el terror con la masacre de ciudadanos inocentes, es un acto despreciable y abominable y que se debe impedir de inmediato.

Es esta una cruzada que ningun Caballero Templario debería rehuir. La defensa de la paz y del mas débil así como la dignidad del ser humano son valores que honra a la Caballería Templaria y fortalece los Principios de Solidaridad y Humanidad por un mundo de Paz, Justicia y Libertad, para mayor Gloria de Nuestro Señor.

«Templi Ómnium Hominum Pacis Abbas»

+++Nada para nosotros Señor, nada para nosotros, sino a Tu nombre sea dada la Gloria+++

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antolinvall
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