Cuando las Ratas “templarías” abandonan el Buque
Cuando las ratas abandonan el buque es porque instintivamente son conscientes de que el buque se está hundiendo y deciden mediante un acto de supervivencia ponerse a salvo. Pero a veces no son conscientes de que abandonan un peligro para sumergirse en otro mayor dependiendo del lugar y el espacio donde se produzca el naufragio. Son animales y actúan solo por instintos.
En el ser humano este acto de abandono es muy diferente. A pesar de que el sentido del instinto está más o menos desarrollado en unas u otras personas, este, actúa consciente de lo que hace en todo momento.
La Orden Templaria en su conjunto es un TODO, formada por hombres y mujeres que deciden libremente vivir y actuar en fraternidad de acuerdo a unos Valores y Principios nobles y solidarios. Que luchan y trabajan a diario en pos de una sociedad más justa y equitativa en bien de todos los seres humanos de este mundo.
Cuando dentro de la Orden se crean “grupitos” que se mueven por un interés personal en conseguir más y más cotas de poder, con métodos denigrantes y calumniosos, y que no desean relacionarse con los demas hermanos de la Orden.
Que se dedican a practicar oscuras maniobras para tomar el control y gobierno de la Orden y que además denostan la falta de lealtad y honor en los demas, humillándolos con la expulsión injustificada de la Orden.
Cuando hablamos y vemos este templarismo de salón del “me voy, pero me quedo”, no deja uno de pensar en que las ratas que abandonan el buque tienen mucha más dignidad que estos mal llamados “templarios” que se dedican a minar la Orden desde dentro para alimentar su ego, ambición y su sed de protagonismo en ser lo que no son y nunca lo serán, que es SER TEMPLARIOS.
En toda organización, comunidad y/o fraternidad existen y existirán siempre problemas y dificultades y estos se solucionan de la forma más correcta y siempre en beneficio de la institucion.
Cuando hablamos de la Orden del Temple, hay que hacerlo siempre desde el respeto y la seriedad, siendo conscientes de pleno derecho, con su Historia y con su Legado, desde su creación hasta nuestros dias. La Herencia Templaria ofrecida y entregada generosamente por nuestros hermanos ancestros, no puede ser manchada ni menospreciada por un insignificante grupito de ratas “templarias” de ninguna de las maneras.
No existe en este mundo riquezas, títulos ni medallas que puedan igualarse al sentimiento y el orgullo de Ser Templario/de sentirse Templario y de ser llamado Templario.
Un Caballero Templario no abandona jamás a su Orden. Nunca rehúye del combate. No abandona a sus hermanos.
El Caballero Templario lucha incansablemente contra las injusticias. Trabaja y se esfuerza en todo momento por ser mejor para ofrecer lo mejor de sí mismo a los demas. Es consciente y responsable ante la sociedad, de ser quien es, lo que representa y por lo que lucha y defiende.
Su Juramento, Honor y Lealtad son valores incuestionables por los cuales daría su vida con tal de no verlos agraviados.
Un Caballero Templario no es benevolente ni perdona a las ratas” templarias”, simplemente las aplasta, para mayor Gloria de Nuestro Señor.
+++Nada para nosotros Señor, nada para nosotros, sino a Tu nombre sea dada la Gloria+++