Dos Arcángeles
Con ocasión del nacimiento intemporal del hombre, dos arcángeles —en el polo superior del universo— mantuvieron la siguiente conversación:
El primer arcángel dijo: Una criatura prodigiosa ha nacido en la Tierra, y la Tierra está brillante de luz.
El segundo arcángel dijo: Un glorioso rey ha nacido para el Cielo, y el Cielo está vibrante de alegría.
El primero: Él es el fruto de la unión del Cielo con la Tierra.
El segundo: Él es la unión eterna del padre, la madre y el hijo.
El primero: En él la Tierra es exaltada.
El segundo: En él el Cielo es justificado.
El primero: El día duerme en sus ojos.
El segundo: La noche está despierta en su corazón.
El primero: Su pecho es un nido de tempestades.El segundo: Su garganta es una escala de canciones.
El primero: Sus brazos abrazan las montañas.
El segundo: Sus dedos pellizcan las estrellas.
El primero: Mares braman en sus huesos.
El segundo: Soles recorren sus venas.
El primero: Su boca es una forja y un molde.
El segundo: Su lengua es un yunque y un martillo.
El primero: Envueltas en sus pies están las cadenas del mañana.
El segundo: En su corazón está la llave de estas cadenas.
El primero: Sin embargo, este niño todavía está en una cuna de polvo.
El segundo: Pero envuelto en los eones.
El primero: Al igual que Dios, él conoce todos los secretos de los números. Al igual que Dios, él conoce el misterio de las palabras.El segundo: El sabe todos los números, excepto el número sagrado, que es el primero y el último. El conoce todas las palabras, menos la Palabra Creadora, que es la primera y la última.
El primero: Y sin embargo él sabrá el Número y la Palabra.
El segundo: Pero solamente cuando haya retirado sus pies de los páramos sin huella del espacio; solamente cuando sus ojos ya no miren las tenebrosas cavernas del tiempo.
El primero: Maravilloso, extraordinariamente maravilloso es este hijo de la Tierra.
El segundo: Glorioso, excelsamente glorioso es este rey de los Cielos.
El primero: Aquél que no tiene nombre le llamó Hombre.
El segundo: Y él llamó, a Aquel que no tiene nombre, Dios.
El primero: El Hombre es la palabra de Dios.
El segundo: Dios es la palabra del Hombre.
El primero: Gloria a Aquél cuya palabra es Hombre.
El segundo: Gloria a Aquél cuya palabra es Dios.
El primero: Ahora y siempre.
El segundo: Aquí y en todas partes.
Así hablaron los dos arcángeles en el polo superior del universo, con ocasión, independiente del tiempo, del nacimiento del Hombre.
+++Nada para nosotros, Señor, nada para nosotros, sino a Tu nombre sea dada la Gloria.+++