Hermano tu Luz es su Camino
Hermano tu luz es su camino, la esperanza y la ilusión más elocuente de quienes emprenden la búsqueda de seguridad y felicidad, con el sombrío semblante reflejando en sus rostros, la honda y sorda angustia que oprime sus corazones.
Las fronteras, un camino, y una luz por alcanzar. Sueños rotos y familias sin hogar. Malditas fronteras que encarcelan y te quitan la libertad. Malditas las guerras que te obligan aceptar, el hambre y la miseria en el nombre de la seguridad.
Y caminan sin andar, sin volver la vista atrás. El camino es duro, insoportable y agotador. Y buscan la Luz, con fe y con la esperanza de un nuevo amanecer, en otro país, en otro lugar.
Hermano, Templario, tu luz es su camino. La tierra prometida y el mar. La luz y la oscuridad. De orilla a orilla, una barca y una playa para recoger tantos cuerpos sin vida, fríos, inertes. Con el rostro dibujado por el pánico, el miedo, el terror, la incomprensión, el estupor, el asombro y la locura de todos aquellos que se han visto obligados a huir de una guerra sin piedad. Forzados a abandonar su tierra y sus hogares.
Mujeres, hombres, ancianos y niños. Todos ellos destinados a elegir entre la muerte o el infierno. Sin término medio, sin opciones ni alternativas.
No hay bandera blanca para todos ellos. No hay quien los reciba con los brazos abiertos. No hay una voz que les de aliento y sosiego. No hay un Dios, ni ángeles, ni tan siquiera un cielo azul. Solo hay una orilla y una playa para recibir sus cuerpos sin vida.
“Y el Verbo se hizo hombre”, “Dad de comer al hambriento y de beber al sediento”, “Ofreced calor y cobijo a quien lo pudiera necesitar”.
¡¡Qué pena del Palacio Vaticano con tantos aposentos vacíos y no se les de calor y cobijo a tantas criaturas que vienen huyendo de la barbarie!!
¡¡Qué pena que en el Santo Palacio no se hubieran acogidos a tantos niños aparecidos sin vida en la orilla de las playas!!
¡¡Qué pena de tantos privilegios otorgados a tan Ilustre Eminencia que gobierna este santuario de palacios repartidos por todo el mundo, y proclama representar a un dios caritativo y bondadoso, alimentándose tan sólo de fe!!
Caballero y Templario… se crea confusión de los innumerables problemas y conflictos que asolan en el mundo. Se derrumban los Principios y Valores a consecuencia de la ambición por el poder, la envidia y el miedo. Huye de los estereotipos de los hombres y trata a todos los seres de este mundo como hermanos, pues en verdad es lo que son, sin importar raza o religión. Y tú, Templario, debes recibirlos, protegerlos y guiarlos con tu luz, por el camino que les lleve al Reino de Dios, para mayor Gloria de Nuestro Señor.
+++Nada para nosotros, Señor, nada para nosotros, sino a Tu nombre sea dada la Gloria+++
Muy buen articulo. Gracias por compartirlo.
Gracias a ti amiga. Un fraternal saludo.