Ser Templario y Caballero

Ser Templario y Caballero

¿Quieres ser un buen Templario y Caballero?

Ser Templario y Caballero puede significar muchas cosas, pero lo que nunca será, es ser un juego, ni un pasatiempo y mucho menos un hobby, que nos pueda hacer pasar buenos momentos con los amigos, con los cuales nos reunimos una o dos veces al año, coincidiendo en una investidura de la orden templaria a la que pertenecemos.

Existen ordenes en las cuales los Caballeros Templarios no se conocen ni se han visto nunca. Son los llamados activos-pasivos. Sin embargo, esto no es del todo cierto, ya que la tecnología hace posible que se esté en contacto permanente, por lo que hay hermanos que desarrollan una actividad muy notoria dentro de sus organizaciones y fuera de estas, combinándolas con su cotidiana labor profesional y familiar, lo que a veces es complicado de sobrellevar.

¿Sentirse buena persona con uno mismo y con los demás es suficiente para ser Templario y Caballero?

No, no lo es. Es un buen comienzo, pues siendo buena persona, se entiende que posee algunas de las virtudes que todo Templario debe poseer. Conocer y practicar las Virtudes y los Principios Templarios, reflejados en la Regla del Cister, es un buen comienzo para empezar a caminar en el camino correcto, buscando siempre la Luz de la Palabra Verdadera manifestada en el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo y en el Evangelio de Nuestra Señora Maria Magdalena.

¿Ser Templario y Caballero es ser católico?

En absoluto, para nada. Si bien es cierto que el reconocimiento de la Orden Templaria, por parte de la Iglesia Católica, nos haga pensar o creer que los Caballeros Templarios luchaban para defender a la Iglesia de Roma, pero esto no es cierto.

La Iglesia Romana tenía su propio ejército que eran los Cruzados, término que se confunde con los Caballeros Templarios que luchaban en las cruzadas.

También es cierto que, a partir de dicho estatus, la Orden crece exponencialmente, adquiriendo prestigio y respeto allí donde tenían presencia, no por algo se les consideraban el mejor y más temido ejército de la época.

Cuando estuvieron ganando batallas en las cruzadas, las relaciones con la Iglesia Católica, fueron consideradas aceptables por ambos lados.

Fue a partir de los trágicos y aberrantes sucesos cometidos contra la Orden y que acabaron con su último Gran Maestre Jacques de Molay y numerosos hermanos Caballeros Templarios, condenados y ejecutados a morir en la hoguera, cuando la Orden fue disuelta y Excomulgados todos sus miembros.

Estos acontecimientos pusieron fin a las relaciones y a todo vínculo que se tenía con la Iglesia Católica de Roma.

Actualmente todos los que se consideran Caballeros Templarios están EXCOMULGADOS, o sea NO católicos, repudiados, negados, no reconocidos como católicos por la Iglesia Católica de Roma.

Lo que es lo mismo, por el Vaticano, quien continua justificando los crímenes cometidos injustamente contra la Orden del Templo, enarbolando sin sentido alguno, la Bula Papal Vox In Excelso, la cual y por sí sola, está provocando el declive de la propia institución católica, con la consiguiente pérdida de fieles y la negación de creencia en la doctrina católica.

Ahora bien, habría que preguntarse qué es ser católico. La inmensa mayoría de los que se consideran católicos, ignoran o no tienen muy claro lo que es ser católico, puesto que se trata de una doctrina que fue y sigue estando impuesta nada más nacer, por lo tanto, han sido adoctrinados por la fuerza y a adorar unas reliquias y amuletos que nada tienen que ver con ser cristiano y Templario.

El Caballero Templario debe tener este concepto clarísimo. Se es Templario y cristiano, o, se es católico pero nunca se podrá ser Templario. Los que crean lo contrario estarán cometiendo un grave error.

¿Se hace o se nace Caballero Templario?

Se nace Templario, siempre, se nace Templario. Es un proceso místico que nace desde lo más profundo de nuestra Alma. La Bondad, la Caridad y la Generosidad, son sentimientos que no se aprenden, se ejercen, que nace en nuestro corazón y fluye hacia el exterior culminando un acto de amor hacia el prójimo.

A lo largo o corto de nuestras vidas nacemos y morimos continuamente, tantas veces como las que emprendemos y finalizamos un camino.

Ser Templario no es una conversión, ni una mala copia de lo que vemos y queremos mejorar. Es emprender un solo camino hacia nuestro propio ser interior, buscando en los más recónditos lugares la esencia del Padre. Un camino que solo los que buscan en su exterior se atreven a juzgar.

El Temple es la energía Universal que emana directamente de Dios Padre, que fluye siempre en movimiento, poderosa, indestructible, que te busca, te domina y llena todo tu Ser con su fuerza infinita, depositando en ti con todo su Amor, el espíritu Templario revestido con los Principios y Virtudes Templarias, para luchar y vencer contra todos los pecados de este mundo.

¿Podemos abrir nuestra mente y nuestro corazón para poder comprender la Unidad de todo lo creado por la Orden del Temple?

Si no lo hacemos, jamás podremos entender la Magnitud del Universo y de la Vida.

¿Estamos dispuestos a luchar como guerreros y soldados de la Blanca Milicia de Cristo, para conseguirlo?

Quizás la pregunta correcta seria esta;

¿Estamos preparados para semejantes retos, Caballeros Templarios?

+++Non Nobis, Domine, Non Nobis, Sed, Nomine, Tuo Da Gloriam +++

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antolinvall
antolinvall
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17 comentarios

  1. Me encantaría poder saber más de esta orden, y poder pertenecer a ella, agradecería saberr los pasos a seguir.

  2. Quiero aprender más de los Caballeros Templarios. Hay algún libro para principiantes,no se inmagina la emoción que siento cuando Leo y aprendo descubro muchas cosas que no sabía!!
    Muchas gracias por esta informacion

    • Hola Isabel, me agrada mucho que te intereses por la Historia de La Orden del Templo y de sus Caballeros Templarios. Te recomiendo para empezar esta lectura. Espero que lo disfrutes. Gracias y un saludo. «La Revelación de Los Templarios».

  3. Yo admiro la vida q llevaban la orden en tierras santas y debe ser un honor pertenecer a esa orden yo pensé q ya no existia

  4. La verdad , es que más allá de cualquier consideración , ser templario debe ser un honor , a los ojos de los hombres de bien y agradable a los ojos de Dios

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