Las Construcciones Templarias y sus misterios

Las construcciones templarías

Las construcciones templarias obedecen a un ritual que sólo los iniciados de la Orden llegaban a conocer. Algunos de estos ritos han sido interpretados gracias al descubrimiento de construcciones ocultas y crucifijos simbólicos.

El Temple solía reproducir a Jesús de Nazaret crucificado sobre un árbol más o menos definido, el árbol de la vida. Uno de los ritos iniciáticos podría estar relacionado con la existencia de criptas bajo algunas de sus construcciones, que simbolizarían las raíces del árbol sagrado; un arca sepulcro elevado sobre el suelo simbolizaría el tronco; y una cavidad en la copa de difícil acceso y prácticamente oculta, que apenas albergaría una persona en posición horizontal.

Este viaje iniciático por el árbol de la vida, obedecería a tres estados diferentes. Es evidente que los Caballeros Templarios conocieron la lengua árabe, lo que ayudó a que mantuviesen contactos con la orden paralela musulmana de los Ashashins, los visigodos les introdujeron en la cultura céltica, y no cabe duda de que conocían las prácticas secretas que gnósticos, coptos, esenios y siríacos, a las que accederían a través de monjes armenios, sufíes, y kabalistas hebreos.


Muchas construcciones templarias se erigen en lugares escogidos por su especial fuerza telúrica, y aunque algunos atribuyen esta particularidad a una simbología especial de caracteres iniciáticos y rituales, muchas de ellas eran reconstrucciones de anteriores templos dedicados a ritos paganos, que los emplazarían tal vez a propósito, movidos por la traslación de la tierra alrededor del sol, la propia rotación del planeta, la traslación lunar, o la búsqueda del significado oculto de las estrellas.

Tales emplazamientos, no habrían escapado al conocimiento de estos peculiares caballeros, que no se rasgarían las vestiduras ante el paganismo, al que pretenderían conocer en profundidad.

La adopción del Temple de construcciones poligonales, concretamente la octogonal, obedece a ritos de iniciación relacionados con los lados y el centro invisible del polígono en torno al cual se agrupaban, y sin cuya existencia sería imposible entender la proporción de la figura geométrica: ocho más uno igual a nueve. Ocho eran los Caballeros que se dirigieron a Jerusalén y que arropaban a su líder Hugo de Payns.

Ocho eran los lados de la construcción del Santuario de la Roca o Santuario de la Ascensión de Mahoma (año 691), en cuyo centro se encontraba la roca desde la que Mahoma se elevó a los cielos dejando esculpidas en ella las huellas del sublime momento.

Ocho eran los lados de la construcción octogonal de la Tumba o Iglesia de la Ascensión de la Virgen María en el Monte de los Olivos (año 450), que rodeaban la piedra situada en su centro geométrico desde la que Ascendió la Madre de Jesús de Nazaret y cuyas huellas habrían quedado igualmente grabadas en el trascendental momento.

Como ocho eran los lados del polígono de la Iglesia de la Ascensión de Jesús (año 330) en cuyo centro se encontraba la constancia física en piedra, de las huellas de los pies de Jesús de Nazaret en el excelso momento de la Ascensión.


Cuando los Caballeros Templarios se instalan en Jerusalén, reconstruyen todas las edificaciones en las que se asientan excepto una, el Santuario de la Roca, cuya construcción respetan dejando constancia del inicio de la política sincrética del Temple, conocedores del esoterismo islámico y hebreico del Santo Lugar, al que decidieron unir el suyo propio: el Templo del Grial, en cuyo centro y pendiendo de la Roca colgaba un cáliz que contenía la Sangre de Cristo.

Algunos eruditos movidos por su propia gnosis llena de prejuicios, califican el Santuario de la Roca como templo hereje, por lo que no podría ser éste el modelo de las construcciones octogonales templarias, el prototipo era sin lugar a duda para ellos, el Santo Sepulcro de Jerusalén.

No obstante, los sellos Templarios estampan la Cúpula de la Roca, y ello revela nuevamente, un respeto esencial para alcanzar el sincretismo con el islam.

Este espíritu sincrético, es la única razón que podría explicar el misterio que rodea a la Orden del Temple, cuyo esoterismo sería la consecuencia del estudio y adopción de todas las religiones para fundirlas posteriormente en una sola, un sincretismo doctrinal en pro de un Gobierno Sinárquico Universal.

+++Nada para nosotros Señor, nada para nosotros, sino a Tu nombre sea dada la Gloria+++

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antolinvall
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